Algunas veces suceden cosas
muy inesperadas, que nos agradan, que nos producen cierta felicidad en los
instantes en los que llegan… y a eso en
realidad le llamamos “suerte”. Por
ejemplo; nadie podría esperarse que en la casa de un hambriento zorro, que apenas
se preparaba para cazar su cena y justo en el momento en el que se está limando
las garras, se aparece un cerdito tocando la puerta, imagínense; ‘una exquisita
comida tocando la puerta de un hambriento´, ¡Qué barbaridad! ¡Tremenda suerte!.
El cerdito, confundido en lo absoluto y luego atónito ante la temible sorpresa,
ante la presencia inminente de aquel feroz zorro que bien pensaba comérselo. Así transcurre en el cuento “Mi día de
suerte” de la reconocida escritora e ilustradora, Keiko Kasza, nacida en una pequeña isla en el Mar Interior de Japón.
El libro fue creado en el
año 2004 y llevada a publicación en el 2006, por el grupo editorial Norma.
Traducido al Español por Cristina Puerta.
Es de reconocer, que son de
ese tipo de historias para niños, que desde sus primeras líneas atrapan al
lector, le despierta lo inesperado, le promueve la curiosidad; que de igual
forma continua por estar latente en toda la duración de la lectura, nos conecta de inmediato con la atmósfera en la que se mueven y actúan los
personajes. Está llena de jocosidades, de tristezas, de virtudes, de astucia e
inteligencia que se ve reflejada en uno de sus personajes, como lo es el
cerdito, pero todo ante un propósito; para así ir engañado uno a uno a los
principales depredadores de su bosque. Es una narración que disfrutamos en Voz
Alta, que nos llevan a lo incierto, si en realidad se termina por comer al
cerdito o no. Siempre hay un ´después´, de manera que nos permite entrar en
interacción y plantearnos interrogantes al respecto, mientras nos divertimos de
las situaciones que se van presentando al pasar de las páginas.
Los niños gozan de los
contenidos, las coloridas ilustraciones, lo que les transmite la autora, como
sucede en todos los libros de Keiko,
llevándonos a imaginarnos a los personajes tal y cual como aparecen en el libro,
es decir; existe una mediación entre el texto y la imagen que provocan leerla.
Por su parte, los chiquitos también les encantan dar invención a lo que puede
ocurrir en cada pasaje del cuento y este es precisamente uno de esos con los
cuales podemos predecir o inventarnos un final que bien se puede ajustar a la
narración, lo que hace que el niño esté en constante conexión con los personajes
y hechos que surgen en la lectura, enriqueciéndoles la imaginación y haciendo
del cuento una aventura muy memorable.
Por:
Bayron Araújo Campo
Promotor
de Lectura y Escritura.

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