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Escritor, periodista y gestor cultural colombiano.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Bitácora, Proyecto Lectura Biblioteca Escuela






He logrado analizar, de que en el niño se hace muy llamativo los libros de cortas palabras, en el cual la mayor parte de su contenido este representado y más aún si es lo suficientemente colorido. Fue muy agradable dar con una obra que me pareció muy importante y el cual muy seguramente podría gustar en los niños vinculados al proyecto, se trata del libro “El mejor abrazo del mundo”. Contiene una bonita historia, es sencillo, lo cual se les facilitó la interpretación y el gusto por los personajes que se iban apareciendo en las páginas. Pero aún no quiero adelantarme a los hechos, y a la vez las reacciones de los niños con respecto al libro, queda muy claro que vi como significativo abordarles esta lectura y que solo llevaba la idea de que probablemente les gustaría.

Por otro lado, hubo otro libro que me pareció muy relevante, más que por su lenguaje narrativo que posee, es por lo que busca expresar, es el mensaje que quiere transmitir al niño, es un libro que invita a la reflexión, se trata de "Los niños no quieren la guerra" del escritor e ilustrador francés, Eric Battut. Desde el titulo se hace partidario del mensaje, se hace oponente a lo que habitualmente refleja la realidad, nos da una mala imagen de la guerra y llegué a pensar que muy seguramente este libro podía ser muy valioso al compartirlo.

Los niños me esperaban a la hora acordada, antes de que el reloj marcara las 8: am. Ya tenía seleccionado y adecuado el morral con los libros. Así que posteriormente me dirigí hasta la institución educativa. Los niños siempre que me reciben, se ponen de pie y me dan los buenos días. Durante todo este año, también me ven como la figura de un profesor, per un profesor que solo les lee y les comparte libros.
Algunos de los libros que lleve fueron:

“El día que tenga un hermano” de Chirstian Heinrich.
Una mamá para Owen” de Maion Dane Baver.
Pugwug y pequeño” de Susie Jenkin – Pearce.
“Faltan 10 minutos para dormir” de Peggy Rathman.
“Sapo tiene miedo” de Max Velthijs.
“Un monstruo en el baño” de Laurence Bourguignon.
“Dentro de la caja” de Pablo David Sánchez y Paula Giorgi.
 “Camino a casa” de Jairo Buitrago.
“Oso casa mariposas” de Susanna Isern.

Cada día, la satisfacción es mayor. Antes de cada sesión de lectura, les pregunto sobre todas las obras que hasta el momento hemos abordado. Las recuerdan mucho en detalles, sus títulos, las situaciones que transcurren en esta, en su mayoría los cuentos, ya que allí he tratado de enfocarme más durante todo el año. Saqué los libros del bolso, entre mis manos deje los que menciono anteriormente, los demás los exhibí. Empecé por darles a conocer la portada del libro, que identificaran el animal que aparecía allí en la ilustración, que me comentaran si habían visto unos, si los conocían o si eran muy peligrosos, por medio de estas preguntas lograba obtener la interacción con ellos. Luego les mencioné el título y los llevé a imaginarse de que podría tratarse, al mismo tiempo les preguntaba, sobre quienes les daban los mejores abrazos, en su mayoría respondían que la mamá.
Tan pronto inicié con la lectura en voz alta, los niños se iban dejando sorprender por las ilustraciones que aparecían en cada una de las páginas. Cabe destacar que es una obra que posee gran contenido en imágenes, las cuales están muy relacionadas con el contenido de palabras que conforman la historia, además de eso que son muy coloridas, lo cual genera mayor agrado en los niños. Fue un libro que en realidad les gustó mucho, por lo sencillo, lograron una clara interpretación de la historia. Finalizada la lectura, les preguntaba por cada uno de los personajes y en detalles, cada una de las situaciones que se iban presentando durante la historia.

El segundo libro, no cobró gran importancia como el primero, pero procuré en transmitirles ese mensaje que posee en su contenido con relación a las guerras, como se originan y las absurdidades de estas mismas. En cada una de las situaciones que se presentaban en la obra, procuraba hacérselas sentir a ellos mismo, como si los personajes que mencionaba en la lectura, pudieran recobrar vida en el ambiente en el que estábamos. Fue muy agradable, ya que también se logró la interacción con los niños, que tuvieran una participación activa durante la sesión de lectura.
Es de reconocer, que la mayoría de actividades que realizo, no siempre se obtiene la satisfacción de los objetivos que busco con esta, claro está que en algunos momentos la satisfacción en mayor y esta me la llevé durante la presente sesión de lectura del proyecto biblioteca – escuela.
Hasta un próxima sesión…

Por:

Bayron Araújo Campo

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