Desde días atrás, en
conjunto con la docente encargada del grupo vinculado, habíamos acordado la
fecha para la clausura del proyecto, de igual forma que dispondríamos de una
mañana completa para dedicarle a los estudiantes, trasladarlos hasta nuestras
instalaciones y dar inicio con la actividad programada para ese entonces, así
que busqué realizarles algo muy espacial, en el que pudiéramos compartir
alegría, en el que se pudieran divertir y hacer memoria de cada uno de nuestros
encuentros. Por un lado, mandé a diseñar dos pendones en los que estuvieran
plasmados en imágenes cada uno de los pasajes de nuestras sesiones de lectura y
principalmente las reacciones de los niños con los libros que había logrado
captar en muchas ocasiones, así que quedaría en la sala infantil, haciendo
visible lo que fue en promoción de lectura el año 2014.
Ha sido uno de los días más
significativos, tenía muy presente la importancia de este proyecto y
recurriendo al pasado; lo activo que estuvo en todo el transcurso del año,
además del beneficio que significó en cada uno de los estudiantes, lo que se
aprendió y las historias que gustaron. El cariño y afecto que me demostraban,
la sensibilidad y la inocencia fueron sentires que me transmitieron y que me
llevaron a apegarme del grupo en poco tiempo, de hacer cada actividad con
entusiasmo y brindarles la motivación y que pudieran adquirir el gusto por los
libros, por cada una de las historias que fueron abordadas.
La escuela queda distanciada
nuestra biblioteca y como en muchas oportunidades se hizo el contacto con una
buseta y se contrató para el traslado de los estudiantes. Así que antes de ir
en busca de mi grupo, organicé la sala infantil, se decoró, se compraron
detalles como globos y cintas, de manera que quedara más colorida, más
llamativa, además de compartirles una torca como despedida. Posteriormente,
realicé la respectiva selección de las obras de literatura infantil que abordé
con los niños en esta última actividad, de las cuales días antes me había
detenido en leerlas y releerlas, hasta tal punto de conocerme muy bien sus
contenidos, además de las preguntas que debía formularles con respecto a los
personajes, hechos y situaciones que se presentaran al pasar de cada una de las
páginas. Entre las obras literarias seleccionadas están:
“Roc aprende a leer” de Tad
Hills.
“¿Quien quiere a mi
hermanita?” de Ulises Wensll – Ursel Scheffler.
“No quiero usar anteojos” de
Carla Maia de Almeida y André Leatria.
“La Oca Boba” de Patr
Horacek.
Los estudiantes llegaron y
como primero, nos dimos los buenos días, luego observaron todo el lugar y
disfrutaron del espacio, de lo organizado y colorido que estaba, así mismo, se
buscaron entre las fotografía de los pendones que se ubicaron en la sala
infantil, muchos de estos niños aparecieron allí, así que les producía mucha
curiosidad en verse y con cierta dosis de alegría mirarse unos con otros y
decir en voz alta – Yo estoy aquí -. Prendí una grabadora y puse a sonar
canciones infantiles, antes de entrarnos de lleno en las lecturas, escuchamos
principalmente las que produce “Cantoalegre” del álbum “Los niños tiene la
palabra”, algunas de las letras escuchadas fueron:
“Tú tienes la palabra” de
Rita del Prado (Cuba)
“ABC” de Toquinho (Brasil)
“Ronda de las disparejas” de
David Cherición (Cuba).
“La polillas” de Rita del
Prado (Cuba)
“Papelomba” de Rita del
Prado (Cuba)
Después de darnos ese
recibimiento y de escuchar las canciones, los estudiantes se sentaron sobre los
cojines que estaban a nuestro alrededor. La docente siempre estaba encargada de
colaborarme con el control del grupo, de manera que estuvieran en silencio y
prestando la mayor atención a lo que se les decía. Pienso que, ha sido muy
fundamental la presencia de la docente, ya que de parte de ella, los niños
también han tendido motivación con respecto a las lecturas que se les hace, de
buscar la manera de enamorarlos de las historias y pos supuesto, que frecuenten
la biblioteca pública. Seguidamente, se apagó la música y de los
libros que había
seleccionado y que estaban visibles ante ellos, les pedí que escogiéramos unos
en conjunto con el grupo, el que más le pareciera llamativo, para así iniciar
con la primera lectura en Voz Alta.
El interés de los niños por
los animales, siempre está latente, les genera mucha curiosidad, además de
también identificar los que ya conocen, así que para esta ocasión seleccionaron
“La Oca Boba” de Petr Horacek. Es en realidad, una obra muy llamativa, está
entre mis preferidas porque transmite algo muy significativo, el hecho de
marcar la diferencia ante los demás de su mismas especie, esto le permitió al
personaje principal, tomar cierta libertad y a la vez, comprensión del por qué
los demás animales son distintos. Por otro lado, les hacía preguntas, tales
como si: ¿Alguna vez habían intentado ser diferentes?. Los niños estuvieron muy
atentos, conectados con la atmósfera de la historia, de cada uno de los
movimientos y situaciones en la que iba apareciendo los personajes. En
momentos, se hacía necesario interrumpir la lectura en voz alta y formularles
preguntas con respecto a los contenidos, para así lograr una mejor interacción
e interpretación de lo leído. Así que fue muy agradable y notorio el gusto que
sintieron los niños por la primera lectura, fue una historia que los hizo reír
y divertirse mucho de cada una de las situaciones que se iban presentando en el
transcurso de la lectura.
Otro de los libros que les
compartí, fue: “No quiero usar anteojos” de Carla Maia de Almeida y André
Letria. Comenzaba por preguntarles ¿Cómo podrían verse con ateojos? Ellos
respondían, que nos les gustan, algunos a su vez, me mencionaban que sus abuelitos
o abuelitas los usaban, que sus papas también los usaban, en muchos casos para
leer ¿Y para qué sirven los antejos?, para poder ver más claro, para ver más
grande, respondían en Voz Alta. Es una obra, que por sus características, es
muy enriquecida, además de que sus ilustraciones están muy correlacionadas con
el contenido de la historia, esto se hacía más llamativo en los estudiantes.
Por consiguiente, les
compartí: “Roc aprende a leer” de Tad Hills. Curiosamente y como lo describí
desde un principio, en los estudiantes se hacía muy llamativo los libros que en
el contenido de sus historias aparecen los animales como personajes, es allí
donde se genera el interés de descubrir sus características e identificarlos
desde sus primera impresión. Sin duda, les encantaron las ilustraciones del
cuento, además de su historia, de como el perrito Roc, tomaba clase del pequeño
canario hasta que aprendió a leer.
Después de las lecturas en
Voz Alta, dedicamos tiempo en compartirles otras obras literarias, de manera que
los estudiantes pudieran tener contacto con los libros y viajar en los
contenidos de cada una de sus páginas. Cabe reconocer que son estudiantes de
primer grado y que están en proceso de aprender a leer y escribir, así que
requería de mi constante asistencia, de ayudarles en reconocer letras y las
variantes en estas para formar palabras. La selección de textos fue muy
variada, en la cual habían distintos géneros de la literatura; entre poesías,
cuentos y libros álbum.
Al final, se volvió a
prender la grabadora, sonaron las canciones infantiles, realizamos juegos,
rondas y por último compartimos experiencias sobre las actividades que tuvimos
en todo el transcurso del año, recordamos muchas historias leídas, algunos
personajes que más nos agradaron y las expectativas a futuro para seguir
leyendo y gustando de los libros, además de disfrutar de una rica torta.
Bayron Araújo Campo
Promotor
de Lectura y Escritura.
Manaure
– Cesar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario