(Proyecto
Lectura y Primera Infancia)
“Siempre imaginé que el
Paraíso sería algún tipo de biblioteca” Empiezo recordando esta frase de Jorge Luis Borges, en esencia,
resaltando el significado que converge sobre esos espacios de lectura y
aprendizaje. Lo que en ello consiente el resultado de las ´rutinas´ en nuestra
contemporaneidad y especialmente cuando los rutinarios son niños acompañados de
sus familias. Es evidente que, allí emerge ese pasado poco sepultado, del que
aún se puede rescatar la importancia de esos espacios, lo vital que es también
para todo presente y futuro, el valor cultural que encarna y la conservación de
historias que sobreviven en miles y miles de páginas.
Desde hace más de un año, en
la Biblioteca Pública Guillermo Orozco de Manaure - Cesar, inicié con la ejecución
del proyecto Lectura y Primera Infancia, el cual ha transcendido exitosamente en
la conquista de usuarios de la comunidad, la creación de ´rutinas´ y la
participación de niños y familias vinculadas a las actividades de lecturas que
se promueven en los días de la semana y así durante todo el transcurso del año.
Inicialmente es un proyecto que nos lleva a desarrollar algunas de las
capacidades perceptivas y lingüísticas de los bebes, lo que lleva también a fortalecer los lazos
afectivos entre padres e hijos, a ese acercamiento con las enriquecidas historias,
los personajes y autores que emergen de los contenidos literarios de las
colecciones de primera infancia. Personalmente, en mi experiencia como
bibliotecario, me ha llevado a ese acercamiento con los niños, de lograr la
interacción con ellos, prácticamente convertirme en un niño más, de analizar
sus reacciones y comportamientos cuando están al frente de un libro, lo que les
genera una imagen, cuando la curiosidad se les activa y empiezan a dejarse
llevar por lo que les causa más interés en la sala infantil, escuchar sus
balbuceos y a su vez; observar con detenimiento sus gestos e intentar interpretarlos
cuando se está en el acto de lectura en Voz Alta, ya sea de parte del adulto
que le acompaña en el momento o de mi persona, siempre transmitiéndoles la
motivación hacía las historias y conectándolos con la atmósfera en la que dan
movimiento los personajes.
Lo provechoso del proyecto
es que, el gusto por los libros se adquiere a muy corta edad, es allí desde los
primeros años donde se da la conquista del lenguaje y las habilidades
comunicativas empiezan a desarrollarse y a hacerse muy evidentes. La presencia
de los bebes en la biblioteca pública ya es una constante, fueron surgiendo más
amantes de las historias, siendo en ellos muy llamativas las obras de reconocidos
autores como; keiko Kasza, Ivar Da Coll, Taro Gomi, Benoit Charlat,
entre otros, clasificando siempre la variedad de géneros literarios y
destacando el ´cuento´ y ´libros álbum´, sobre todo si son de gran contenido de
ilustraciones, lo cuales se hacen más interesantes y apropiados para lograr la
interacción, romper el silencio de la lectura y entrar a formular preguntas,
conocer las respuestas de los niños y obtener una mejor interpretación del
texto. Lo importante, es que estas lecturas no sólo se llevan a cabo sobre
aquel dispuesto lugar, también existe la facilidad del préstamo de los libros,
así que muchos de estos, enamorados de cierta historia o personajes, piden
llevarselos, lo que resulta ser el fortaleciendo del hábito lector desde sus casitas.
Las tardes se hacen cada vez
más propicias para ir y descubrir nuevas historias; la biblioteca se convirtió en ese espacio
ilimitado que nos permite transcender la realidad, donde lo increíble se vuelve
creíble, donde el tiempo parece detenérsete y sólo transcurrir en las historias,
mientras los personajes emergen sucesivamente entre oleajes de palabras,
saltándose de las páginas de los libros abordados, para luego situarse en la
imaginación del niño y llenarla continuamente de aventuras memorables.
Me sorprende mucho cuando
escucho a los niños mencionar algún personaje, como sucede con Choco, Ernesto, el
elefante Elmer, la pobre viejecita, Caperucita Roja y Chigüiro. Cada vez me
convenzo de la riqueza literaria que ciertas obras nos trasmiten, tanto así que
da gusto recordarlas una y otra vez, así reiteradas veces, y siempre que las
retomamos, es como si la leyéramos y descubriéramos algo nuevo o las
relacionamos con otros textos. El
reconocimientos de animales es una constante,
distinguirlos también, en lo terrible y espantoso que pueden convertirse
o lo sensible y buenos que pueden llegar a ser, sin duda alguna, esto les ayuda
a enfrentar sus miedos y más precisamente ante la realidad.
He tenido la experiencia de
trabajar lecturas con niños entre la edad de 2 a 5 años y me doy cuenta que
encuentran mucho placer al narrar, al dar invención a historias, a veces hasta
con el solo hecho de observar las ilustraciones de un libro; empiezan por crear
personajes y situaciones al respecto que van moldeando poco a poco hasta
construir una historia con base a su imaginación. Podría afirmar con absoluta
certeza de que son “cuenteros” natos. Este género literario les permite esa
entrada a un mundo imaginario que es muy vivo en esas cortas edades, en la
medida en que constituye una forma de compartir ese universo con los demás, de
revelarlo por medio del lenguaje ante la necesidad de expresar lo que ven e
imaginan, moldear la realidad a su manera ¿Pero cómo es la realidad de un niño?
No tan ajena de lo fantasiosa, las dimensiones imaginativas resultan ser
inimaginables. Sus ´cuentos´ y ´relatos´ se terminan por convertir en ese vehículo para
hablar de sus afectos, impresiones y sus emociones.
Como bibliotecario, me es
muy necesario convertirme en ese niño más en las sesiones de lectura y de
manera rutinaria entrar en interacción con los más chiquitos, escuchar y
compartirles canciones, leerles poemas, introducirnos en ese universo
literario, disfrutarlo, gozarlo, sentir que está más vivo y latente que nunca.
Sumergirnos en las historias, recordar personajes feroces y retar nuestros
miedos; personajes como Ernesto el león hambriento, los monstruos ilustrados
por Maurice Sendak, increíbles
animales que intentaban ser el más poderoso, si, eran tan feroces que parecían
saltarse de las páginas de sus historias y perseguirnos por toda la biblioteca,
pero allí estaba el abuelo sapo para defendernos y un sastrecillo muy valiente.
Autor:
Bayron Araújo Campo

DISFRUTE MUCHO DE LA LECTURA...GRACIAS...Y ES VERDAD, LOS NIÑOS SON AMANTES DE LOS LIBROS DESDE BEBES... POR ESTO ES IMPORTANTE LLEVARLOS DESDE MUY PEQUEÑITOS A LA BIBLIOTECA PARA QUE EXPLOREN EL MATERIAL TAN MARAVILLOSO QUE EXISTE Y SE PROMUEVA SU CAPACIDAD DE IMAGINACION Y HABITO HACIA LA LECTURA.
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