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Escritor, periodista y gestor cultural colombiano.

jueves, 23 de julio de 2015

LA BIBLIOTECA DEL BALCÓN TURÍSTICO (MANAURE)



Se llega a ese poblado, subiendo parte de las empinas montañas de la serranía del Perijá, donde muchos de los turistas que frecuentan; opinan que en ese lugar recóndito, bucólico y despampanante; se respira el mejor aire del mundo, allí donde abundan los árboles de maíz tostado, donde las casas son pintadas del mismo color, entre blanco y cintas de marrón, los mismos tejados, y una lámpara que pende en los frentes de cada casa, como conservando un estilo colonial. Donde el olor de la guayaba se mezcla con el olor a mango y café, viajando a través del viento que atraviesa toda aquella frondosidad enverdecida, tierra en que se enraizaron e inspiraron trovadores.  Aquí su historia es cada vez más eterna, en poemas, versos, canciones vallenatas, crónicas y anécdotas que sobreviven en cada pasaje de la vida, pareciera una fantasía literaria, como si cada personaje participe permaneciera inmóvil en el tiempo, suelto a las arcas de la inmortalidad del recuerdo. 

No sólo se respira el mejor aire del mundo, también posee una riqueza literaria y memoria cultural representada en una agradable Biblioteca Pública, la cual lleva por nombre, Guillermo Enrique Orozco, y se encuentra ubicada a la vista de unos esplendidos atardeceres, que sin duda alguna, todo lector desearía disfrutar en pleno acto, justo en todo el centro de Manaure, el de la “serranía”, como muchas veces los distinguió García Márquez, del Manaure Guajira.

Los libros, la buena literatura, la promoción de lectura y el trabajo agrupado con niños y jóvenes, es una constante, pensando en que corresponden a las bases de toda sociedad y de todo proceso cultural que se manifieste en su presente o futuro. La vinculación de las escuelas con la Biblioteca, por medios de programas, proyectos de lectura y talleres de creación literaria, ha permitido de cierta forma, despertar el hábito lector de muchos jóvenes y hacer de Manaure una comunidad lectora y partidaria de las actividades que se promueven en ese espacio de encuentro con el conocimiento y las más asombrosas aventuras, que sólo podemos disfrutar al abordar un buen libro e introducirnos en su atmósfera literaria.

Su bibliotecaria encargada, Neidis Belén Vega, quién está atenta de los usuarios en temas de consulta y orientación, es realmente una lectora insaciable, amante de los buenos libros, entre sus autores favoritos está el portugués José Saramago, Honoré de Balzac y en literatura infantil, Maurice Sendak y la japonesa, Keiko Kasza. Ciertamente, ese hábito lector que la identifica, de alguna manera es transmitido en sus usuarios. Resulta ser interesante, cuando en medio de una consulta, sea de parte de un joven o adulto, se dé por inicio a una conversación y se entre a tocar temas sobre alguna de las obras ya leídas por ambos, lo que más pudo haber impactado de la historia y que debería ser compartido en llamado de otros usuarios-lectores.

Lo importantes es, el hecho de como los niños frecuentan la sala infantil, fascinados por las colecciones de primera infancia, de lo acogedor que es aquel espacio y la expectativa de abordar los cuentos y conocer personajes. Así que las esplendidas tardes se hacen cada vez más propicias para ir y descubrir nuevas historias, convirtiéndose la biblioteca, en ese espacio ilimitado que les permite transcender la realidad, donde lo increíble se vuelve creíble, donde el tiempo parece detenérsete y sólo transcurrir en las historias, mientras los personajes emergen entre oleajes de palabras, saltándose de las páginas de los libros abordados, para luego situarse en la imaginación del niño y llenarla continuamente de aventuras memorables.

Por:
Bayron Araújo Campo
Promotor de Lectura y Escritura.



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