Escrito e ilustrado por la inglesa, Helen
Cooper.
Editorial Juvenil, 2000.
Narra la historia de Guillermo, un
niño que teme ante un gran oso que “supuestamente” ha visto en su casa, precisamente
allí en el cuarto oscuro, debajo de la escalera. El personaje se forma un “imaginario”,
de creer que aquel terrible animal pude comerse a un niño como él. Así que hace
por llevarle comida, medio abre la puerta con los ojos cerrados, saca las
frutas de su bolsillo y se las arroja rápidamente. Días después, cuando en aquel
lugar empieza apestar y la madre de Guillermo se da cuenta de donde proviene aquel
fétido olor, el personaje decide contarle toda la verdad sobre el oso del
cuarto oscuro, y ella le sugiere que se enfrenten a él. Cogen una escoba y, a
modo de lanzas listas para entrar en batalla, se acercan a la puerta. Cuando
finalmente la abren, encuentran una alfombra vieja y peluda en lugar de un oso
y mucha comida apestosa por todas partes.
Es uno de esas historias, que está muy
relacionado a cada temor que apareció alguna vez en nuestra infancia e incluso
en cualquier etapa de nuestras vidas, de imaginarnos cosas que no son, ya sea a
causa de la forma de algún objeto que llegamos a desconocer como sucede en la
narración.
Así como en el personaje principal, en
muchos niños se ve el hecho de reconocer los animales, de sorprenderse sobre
ellos, diferenciarlos unos de otros. En
la historia, Guillermo conoce muy bien como es el aspecto de los osos,
dibujándolos detalle a detalle, dándole vida en su imaginación mientras va
creciendo su miedo.
Cabe resaltar, la riqueza de las
ilustraciones, ya que nos permite ver varios planos, el de la realidad dentro
de un todo en el que aparece la imaginación del oso, la imaginación de
Guillermo y la imaginación que asume en su momento el propio lector, las cuales
nos permite tener una secuencia de la historia, de ver cómo es que suceden cada
una de las situaciones en la atmósfera de los personajes y de cierta forma
tener indicio sobre el final de este mismo, que termina por ser muy sorpresivo.
Por:
Bayron Araújo Campo
Estrategia
de promotores de lectura Regionales.
Biblioteca
Nacional – Ministerio de Cultura

